jueves, 11 de agosto de 2011

München

Recorrido – La ciudad medieval y el Englischer Garten


Mostra München en un mapa més gran


A las 7.04h llega mi tren a la estación de München, prácticamente en el centro de la ciudad. Dejo el equipaje en consigna y salgo directamente por la salida que da a la calle Bayerstrasse, la cual resulta ser la que en 5 minutos hacia el Oeste me llevaria al hotel Jedermann donde me he de hospedar esta noche, mientras que tomándola hacia el Este en 5 minutos me hallo ante la Karlsplatz, una plaza redonda con la puerta Karlstor, del 1315, que es la entrada a la ciudad vieja o Altstadt. Empieza aquí un paseo peatonal de la Neuhauser Strasse con la fuente del niño o Brunnenbuberl.
Paseando por esta calle se pueden observar algunos edificios antiguos pero no medievales preciosos y en seguida llego a la altura de la Iglesia de San Miguel o Michaelskirche de estilo renacentista. 
Es una lástima que la fachada está en obras pero por suerte han puesto un panel cubriendo toda la fachada con su foto. Se trata de un símbolo de la Contrarreforma construida por los jesuitas en el S.XVI. 
Como otros tantos edificios en Alemania fue destruida en la Segunda Guerra Mundial y después completamente reconstruida.
 

Continuo por la Neuhauser Strasse hasta el cruce con Augustinerstrasse que me ha de llevar frente la Catedral de Nuestra Señora o Frauenkirche. Se trata de una catedral de estilo gótico construida en ladrillos rojo a finales del S.XV. No obstante las torres no fueron coronadas por agujas góticas sino por bulbos. También tuvo que ser reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial.



Justo al entrar se ve en el suelo la llamada pisada del diablo o Teufelstritt. El arquitecto Jörg von Halsbach construyó la catedral de forma que las columnas no permitieran ver ninguna ventana desde la entrada. Según la leyenda el diablo entró y se burló del templo al verla sin ventanas y cuando se dió cuenta de ello el templo ya había sido consagrado, pero dejó su pisada.   



Dentro del templo hay un ascensor que lleva arriba de la torre sur, a un amplio espacio con ventanales que permite observar diferentes panorámicas de toda la ciudad. Destaco en las siguientes fotos la vista hacia el Este y hacia el Norte. Hacia el Este se puede ver la continuación del Altstadt con los siguientes edificios que visitaré entorno la Marienplatz: el nuevo ayuntamiento o Neues Rathaus, el viejo ayuntamiento o Altes Rathaus y la iglesia de San Pedro o Peterskirche. Hacia el Norte también se ve la continuación del Altstadt pero hacia la vasta arboleda del Englischer Garten y, ya hacia el final hacia la izquierda se ve el anillo blanco del estadio Allianz Arena del Bayern de Munich.



Bajo de la torre y me dirijo hacia la Marienplatz que es el auténtcio centro de la ciudad. Desde aquí se puede contemplar la espectacular belleza del edificio del Neues Rathaus de estilo neogótico de finales del S.XIX. En la parte de arriba de la atalaya central se encuentra el Münchner Kindl, la figura de un pequeño monje que es el símbolo de la ciudad. Además, en esta misma atalaya está el carillón que toca a las 11.00h, 12.00h y 17.00h al mismo tiempo que unos autómatas ejecutan diversas danzas. El sonido es espectacular y se rememoran diversos hechos históricos. Entre ellos está la danza de los toneleros que recuerda el fin de la pesta a principios del S.XVI. Ahora en verano la gente se agolpa en multitud para ver el espectáculo. En la misma plaza hay también una columna con una Virgen dorada, la Mariensaüle.



A un paso se encuentra la Peterskirche, muy estimada por los muniqueses. Originalmente fue de estilo gótico pero se transformó en el S.XVII con decoración rococó, originando también una ornamentación interior es espectacular. Desde lo alto de su torre se pueden ver los Alpes en un día claro, cosa que hoy parece pero no tengo tiempo de subir sus 302 escalones, de manera que aquí acaba mi estancia entorno la Marienplatz y voy a mi siguiente objetivo.



Justo detrás de la Peterskirche se ve el camino que baja al Viktualienmarkt o mercado de las vituallas, lleno de vida con los puestos de mercado gourmet y diversos Biergarten. Aquí repongo fuerzas en una terraza con vistas al bullicio del mercado. En el mercado hay también un palo ensebado, muy típico en las poblaciones de Baviera, en el que se representan diversos oficios y artes antiguos de la ciudad.


Desde la parte final del Viktualienmarkt hecho un vistazo hacia atrás para ver otra vez la Peterskirche y accedo por la amplia calle Rosental hasta la Sendliger Strasse, donde visito la iglesia de los hermanos Asam o Asamkirche. Uno era arquitecto y el otro pintor, ambos de gran prestigio en el Sur de Alemania y entre los dos crearon esta espectacular iglesia barroca a mediados del S.XVIII.


Continuo por la Sendlinger Strasse hasta la Sendlingerstor, otra de las puertas de la antigua ciudad medieval.


Ahora vuelvo en sentido contrario hasta la Marienplatz y continúo hacia el Norte hasta llegar a la Maximilianstrasse, realmente una de las más exclusivas de la ciudad. Me llamó la atención la cantidad de coches de lujo que había en esta calle y me fijé en las tiendas. Las joyas y relojes más caros y mujeres árabes esquisitamente vestidas entrando y saliendo de estos negocios. En esta calle, llena de edificios renacentistas, se encuentra también la sede del Parlamento Bávaro. Pero aquí no me entretengo mucho. Sólo estoy de paso para llegar hasta el barrio de la Residencia. Bueno, la verdad es que tampoco tengo pasta para comprar aquí!
;-)

El llamado barrio de la Residencia es una zona de amplias plazas, jardines y edificios nobles actualmente con teatros y sedes ministeriales. También se encuentra aquí una sede del Instituto Cervantes. Y tengo que atravesarla para llegar a mi siguiente objetivo, el Englischer Garten. Un verdadero pulmón de la ciudad donde la gente pasea, va en bici, se tumba al césped, etc. Se trata de un vasto espacio alrededor del río Isar, con grandes paseos, arboledas, jardines, playas, etc. Hasta se puede surfear! Me doy un fantástico paseo por este espacio durante un par de horas y vuelvo hambriento hasta alguna de las calles anexas a Marienplatz donde puedo disfrutar de una buena salchicha blanca de Munich y, cómo no, una buena cerveza.



Ya es un poco tarde y estoy cansado del tute que me he llevado estos días. Es hora de ir al hotel. Andando aún queda a unos 20 minutos. Y a medio camino he de recojer el equipaje de la consigna de la estación.

Hoy por fin dormiré en una cama y mañana saldrá temprano el tren que me ha de llevar a Zürich. Así que ya no hay más tiempo que perder. Pero antes dejo esta foto con mensaje que me encontré paseando por la ciudad.

"La vida de cada persona debe ser sagrada"


Buenas noches...