sábado, 6 de agosto de 2011

Das Emmental

Hoy visito la región del Emmental situada principalmente en el cantón de Berna. Lo hago en compañía de mis padres y la família de mi hermana que conecen bien la zona.

Hay que reconocer que esta región es de una gran belleza. El paisaje es un contínuo mar de onduladas colinas verdes, con bosques de altísimas coníferas, donde se van salpicando aquí y allá casas de granjeros y pequeñas poblaciones comunicadas por limpias carreteras no muy anchas pero en perfecto estado. También aparece de tanto en tanto alguna industria, principalmente alimentaria como es en el caso de los quesos, por ejemplo.


Recorrido – Trubschachen, Blapbach y Affoltern im Emmental


Mostra Das Emmental en un mapa més gran


En primer lugar visitamos la alfarería o Töpferei Aebi, situada en una casa típica de granjero o Bauernhaus en la población de Trubschachen. Aquí se pueden ver y comprar los productos cerámicos de de decoración artesanal. También permiten ver cómo los realizan y hay un patio al aire libreo lleno de valiosas muestras de su trabajo. Llama la atención que sea suficiente el pequeño cartel que tienen pegado en una esquina de la valla para evitar el vandalismo. En la misma Bauernhaus hay servicio de cafetería.




Justo al lado de la Bauernhaus hay otra más pequeña y vieja, a la cual se retiraban los padres cuando estos ya eran muy mayores y dejaban las labores a los hijos, viniendo a ser una estructura pairal en la que se mantiene cierta independencia entre las diferentes generaciones de una misma familia. También hay un Spycher o granero, que vendría a ser como los hórreos gallegos en cuanto a su función, ya que incluso se puede observar como el Spycher está elevado unos palmos del suelo para evitar humedades y el acceso de roedeores. Aún así, cabe destacar que ni el tamaño ni la bella decoración los hace comparables, aunque haya visto hórreos verdaderamente preciosos en Galicia.





Hecha la visita nos dirigimos ahora hacia la zona de Blapbach donde comeremos en un típico Gasthaus en lo alto de una colina. Aprovecho aquí para probar el Berner Teller, un plato muy completo con varias carnes y verduras cocidas en el que sólo me sobra, para mi gusto, el Sauerkraut o chucrut (col agria). Menos mal que a mis sobrinos sí les gusta! ;-)


Estando aquí en lo alto, donde todo son magníficas vistas alrededor, sin masificación de gente y sin que ésta chille, se respira una placentera tranquilidad. Hasta los coches y las motos que pasan hacen menos ruido en la calzada, que lleva algún material que lo amortigua. ¡Qué paz! Oye, aquí que no venga nadie con stress. Ya lo dice clarito un letretro grabado en madera en el establecimiento:

Hier im Gottes Herrlichkeit   
 Aquí, en la gloria de Dios
genisse auch die Wartezeit     
disfrute también el tiempo de espera
sie dauert keine Ewigkeit      
que no dura ninguna eternidad




Continuamos después nuestro camino por carretera de montaña un poco más hacia el Sur, hacia una típica Bauernhaus de unos amigos que podemos visitar. La casa tiene bonitos detalles de marqueteria en el exterior y también podemos ver su típico mobiliario interior. Desde aquí, además, vemos los alpes berneses que lindan con el cantón Valais. Aquí pasamos la tarde en la gloria bendita.












Ahora volvemos hacia el Noroeste de la región para una pequeña primera merienda... 
Sí! Volvemos a estar en Trubschachen donde se encuentra la fábrica de galletas Kambly. La fábrica es un espectáculo de lo bien montada que está. Nada más entrar accedes a la tienda donde hay estantes con todos los tipos de galletas que fabrican para degustar. Y sí, puedes probarlos todos y todas las veces que quieras! Pero, ojo, que esto es Suiza y aquí hasta los niños están educados. Todo el mundo prueba aquí y allá, pero sin prisas, degustando realmente con la idea de comprar. Si este montaje estuviera en España la primera orda de niños, y no tan niños, acabarían con las estanterías y además en perfecta algarabía escandalosa. 

Todos los paises tienen cosas buenas y malas. No digo que Suiza sea mejor que España ni lo contrario. Pero tengo que reconocer que la educación que existe aquí no la tenemos nosotros.

Además de la tienda hay otros espacios como cafetería, evidentemente, pero los más interesantes para mi fueron otros dos. En uno había un taller para hacer galletas donde unos monitores ayudan a niños y familia a crear sus propias galletas. El otro espacio es una pequeña sala multimedia con un montaje audiovisual que explica la historia de los Kambly y de cómo pasaron de una sencilla fabricación a una extensión internacional. 






Otro detalle importante a resaltar es que la fábrica, que está al lado de la tienda, no se puede visitar pero hay un gran panel en el que se detalla con un vídeo el proceso de fabricación. Y ojo, porque la mantequilla, la leche, el grano, los huevos, el queso, el chocolate, o cualquier otro producto con el que se fabriquen las galletas provienen provienen todos directamente de los campesinos de alrededor. Y tienen muy claro que ésta es la razón de su calidad y de que esta sea apreciada internacionalmente. ¡De lo local a lo global! Esto es tener las ideas claras para que la economía de la zona funcione. Me gusta!


Pero estamos en Emmental y no podemos acabar mejor la jornada que visitando una Emmentaler Schaukäserei o quesería que permite ver el proceso de fabricación del queso Emmental desde la llegada de la leche en las cubas de los campesinos de alrededor hasta su curación. Encontramos una en Affoltern im Emmental. Está montada dentro de una grandiosa Bauernhaus que no sólo contiene la quesería, sino también tienda de diferentes productos de la zona tanto de alimentación como de artesanía, terrazas tipo Biergarten, escuela de fabricación de quesos donde podemos fabricar nuestros propios quesos, espacio de recreo para los niños, etc.





Finalmente aquí sí que merendamos. Y aquí se acaba la jornada de hoy. La vuelta a casa por estas carreteras sinuosas a través de la zona de Emmental deja grabada en mis retinas el fantástico verde de sus colinas y sus bosques. Y en mi espíritu una alegre sensación de armonía y paz.